VENTE A VIVIR
Disfruta de paz
En ocasiones los sueños se hacen realidad. Cuando conozcas este lugar entenderás que no es una exageración decir que vivir en este lugar es un sueño hecho realidad.
Despertar cada día en medio de un precioso bosque. Las habitaciones están rodeadas de pinos, bambú, cerezos…cada habitación es única, no hay dos iguales, solamente comparten lo confortables y luminosas que son, todas miran a la montaña o al valle.
Un ventanal hasta el techo en el comedor principal, ofreciéndote la panorámica de todo el valle… Dónde comer es algo más que un deleite para el paladar.
Biblioteca y sala de lectura, café de la paz, tienda especializada en budismo…
Comida vegetariana, casera casera, se elabora a diario y es deliciosa.
Una vida espiritual significativa, con prácticas diarias, clases de meditación, cursos, retiros -a los que puedes incorporarte según tu ritmo y deseo- y poder compartir con personas que tienen el deseo de hacer su vida y resolver sus dificultades con Dharma, desde nuestra querida maestra residente Guen Tsongmo hasta los trabajadores del centro, residentes y entregados voluntarios…todos mostrando como combinar la práctica espiritual con la vida diaria.
Y el resto, tal vez puedas contarlo tú 😉